viernes, 5 de octubre de 2012

¿Se encuentra la verdadera talla del Cachorro en el Cementerio de Sevilla?

La Semana Santa de Sevilla es una de las celebraciones religiosas más conocidas en todo el mundo, su esplendor aumenta cada año y miles de turistas se mezclan entre los sevillanos para vivirla con un profundo sentimiento. Tal magnitud de emociones, unida a una devoción muy profunda lleva a lo largo de los años al surgimiento de leyendas y misterios, algo habitual, al tratarse de una tradición de considerable relevancia. Una en concreto, es la que tuvo lugar tras el incendio fortuito iniciado en la Basílica del Cristo de la Expiración en febrero de 1973, que, desgraciadamente, acabó con la imagen de la Virgen del Patrocinio -se creó otra similar poco después- y dañó la del Cachorro. Según cuenta la leyenda, los daños sufridos por la imagen del Cristo llevaron a la Hermandad a tomar la decisión de encargar otra talla en el más absoluto secreto para sustituir a la original. Al parecer, esta última fue depositada en el panteón de Aníbal González y la supuesta réplica ocupó el lugar que le corresponde en la basílica trianera. Con el paso de los años, la leyenda ha ido tomando más cabida dentro de las historias de la ciudad, aún más cuando aquellos curiosos que acudían al panteón familiar del famoso arquitecto sevillano comprobaban el deterioro en piernas y pies, concretamente, las partes más afectadas tras el incendio. La curiosa versión captó la atención de muchos, sin embargo la explicación oficial desmonta la propia leyenda. En 1919, Aníbal González recibió el permiso de la Hermandad para hacer una réplica del Cristo del Cachorro. El arquitecto encargó la obra a su amigo y ornamentista, Eduardo Muñoz Martínez, mientras que la policromía fue realizada por su sobrino, Cayetano González. Esta reproducción siempre ha permanecido en el cementerio sevillano y lleva más de siete décadas en el panteón familiar de los González. La propia familia asegura que la verdadera imagen del Cachorro es y ha sido siempre la que se encuentra actualmente en el Templo del Cristo de la Expiración. El mal estado de conservación de la talla situada en el cementerio sevillano dio pie al surgimiento de la leyenda, un planteamiento misterioso de origen casi romántico que inspiró una historia intrigante. Sin embargo, el tiempo y la realidad han desmentido su contenido, despejando cualquier duda y centrando la atención en la majestuosa imagen del Cachorro (1682, por Ruiz Gijón) a la que visitan tantos fieles en su Templo y que suele pasear por las calles de Sevilla el Viernes Santo.

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