sábado, 8 de octubre de 2011

Los neutrinos se enfrentan a la teoría de la relatividad


Hace unas semanas, científicos del Centro Europeo de Investigaciones Nucleares (CERN) publicaron los resultados de un experimento en el que se demuestra que unas partículas, los neutrinos, han superado la velocidad de la luz. Estos datos ponen en tela de juicio la visión que la ciencia de hoy tiene del Universo. Y llega a contradecir las aportaciones realizadas por Albert Einstein en su famosa Teoría de la Relatividad. Por lo tanto, este descubrimiento abre nuevos horizontes, ya que se está empezando a especular con la posibilidad de que en un futuro se puedan realizar viajes en el tiempo o disminuir el periodo que se tarda en recorrer la distancia que existe con otros planetas.

Este es un asunto complejo y difícil de explicar, por lo que para facilitar la comprensión habría que hacer referencia, antes que nada, a dos conceptos esenciales: la Teoría de la Relatividad y los Neutrinos.

En primer lugar, la Teoría de la Relatividad presentada por Albert Einstein a comienzos del siglo XX, explica como a medida que un objeto viaja a una velocidad cercana a la de la luz, el tiempo pasa cada vez más despacio; no obstante, para un observador que se encuentre fuera de ese objeto, el tiempo transcurrido sería el normal. Es lo que se ha venido a denominar la 'paradoja del hermano gemelo': si un astronauta, por ejemplo, viaja al espacio a una velocidad constante cercana a la velocidad de la luz, al llegar a la Tierra sería más joven que su hermano gemelo que haya realizado un viaje paralelo a una velocidad mucho más alejada al límite marcado por Einstein de 300.000 km/s. Igualmente, a medida que la velocidad aumente, el objeto se contraerá aumentando su masa. Para superar la velocidad de la luz tanto la energía inyectada a ese objeto como la masa deberían ser infinitas, ya que sería “imposible” superar dicha velocidad, límite cósmico de referencia absoluta.

Los neutrinos son partículas subatómicas que constan de una masa muy pequeña y tienen la capacidad de traspasar cualquier materia sin perturbarla. Constantemente billones de neutrinos atraviesan nuestro cuerpo. El ser humano emite este tipo de partículas hacia el exterior, pero la principal fuente gigantesca y más cercana a nosotros es el Sol.

Una vez conocidos a los principales protagonistas de este supuesto hallazgo, hay que detallar en qué consistió concretamente el experimento: el ensayo se inició con el lanzamiento de los neutrinos desde un acelerador de partículas del CERN, cerca de Ginebra. Estos recorrieron 730 km hacia un detector subterráneo situado en las instalaciones del experimento 'Ópera' en el gran laboratorio de Gran Sasso (Italia), a una velocidad superior a la de la luz (300 mil km/s). Estos resultados, de ser corroborados, no romperían totalmente con el dogma establecido por Einstein (a este genial pensador del siglo XX, le debemos aplicaciones tan comunes hoy en nuestra vida diaria como los satélites o los GPS), sino más bien supondría un avance para la ciencia y nuestra visión del Universo. Sería lo mismo que ocurrió con el nacimiento de las teorías relativistas y cuánticas, que no desmontaron las aportaciones de Isaac Newton, más bien, se amplió la noción de lo que nos rodeaba.

No obstante, siempre hay que tratar estos asuntos con la prudencia necesaria, puesto que, incluso, los propios expertos que mostraron los resultados tras repetir el experimento unas 15.000 veces, han publicado los datos para que la comunidad científica internacional se encargue de encontrar el error o elaborar la teoría. De la misma manera, desde el momento en que la noticia apareció en los diferentes medios de comunicación han surgido voces discordantes que encuentran una relación de intereses en el seno de estas informaciones. De hecho, algunos mantienen que los diferentes recortes que va a llevar a cabo el Primer Ministro italiano, Silvio Berlusconi, afectarán duramente al ámbito científico, por lo que para conseguir un golpe de efecto y aumentar la financiación es necesario llevar a la ciencia a las principales portadas de los periódicos con una noticia tan llamativa como esta.

Desde otra perspectiva, lo nuevo siempre genera miedo y vértigo en los seres humanos, enfrentarse a una posibilidad que desmonta el dogma que muchos han defendido a capa y espada como si de una verdad absoluta se tratase, hace mermar las ideas tan bien establecidas durante tantos años. La mentalidad cerrada de algunos les incita a desmentir todo lo que no corresponde con sus planteamientos, un pensamiento que se puede encontrar en todos los ámbitos como la ciencia, la religión o el periodismo…

¿Por qué surge la idea de poder realizar viajes al pasado? Pues bien, como se ha explicado anteriormente, la teoría de la relatividad indica que a medida que te mueves más rápido, el tiempo se ralentiza, el espacio se estira y la masa se contrae. En el interior de una nave que se acerque a la velocidad de la luz todo transcurrirá más despacio y la persona que viaje en dicha nave sufrirá estos cambios que pueden ser contemplados, por ejemplo, en las manecillas de su reloj, en los latidos de su corazón o en sus propios movimientos. Cuando se alcanza la velocidad de la luz el tiempo se detiene, y en caso de que se superase, este se invertiría, es decir, comenzaríamos a ir hacia atrás.

Llegados a este punto, surgen las cuestiones filosóficas acerca de si sería posible contemplar la consecuencia de algo, antes de que se produzca, o lo que es lo mismo, se violaría el principio de causalidad (causa-efecto), por el que observaríamos el efecto antes que la causa. Se ha hablado también de la posibilidad de los universos paralelos o dimensiones paralelas, una especie de atajo que se puede coger para llegar más rápido de un punto a otro del Universo sin tener que recorrer toda la distancia que los separa. Es lo que han podido hacer los neutrinos para superar la velocidad de la luz (hablaríamos de otras dimensiones). En el caso de los universos paralelos, existen algunas teorías que mantienen que si viajas al pasado y acabas con una especie como los insectos, se abriría otro universo (paralelo) en el que no existirían los mosquitos, o por ejemplo, ¿qué ocurriría si una persona viaja al pasado y mata a su padre o a su abuelo? ¿Y si los OVNIS estuvieran tripulados por seres humanos del futuro?

El tiempo dirá si este importante hallazgo se ha conseguido o no, sin embargo, de lo que podemos estar seguros es que tarde o temprano se terminarán por descubrir aspectos que hoy pertenecen a la ciencia ficción, una afirmación que queda prácticamente justificada si se hace un repaso por la notoria evolución que ha sufrido, en todos los aspectos, el ser humano en los últimos cien años.