jueves, 16 de junio de 2011
La amenaza invisible
La alerta generada por la bacteria Escherichia Coli que desde hace más de tres semanas está creando cierta preocupación entre los ciudadanos, parece ser, según fuentes del gobierno alemán, que proceden finalmente de un cultivo de brotes de soja de una granja situada a 90 Km de Hamburgo. La cepa bacteriana ha causado hasta el momento más de 30 muertos y ha superado la cifra de 3000 afectados.
La E. Coli no es a priori una bacteria nociva para la salud, incluso es beneficiosa para el ser humano. De la misma manera, se hace imprescindible para la vida, ya que todos los mamíferos tenemos en el colon esta bacteria necesaria para la digestión que además proporciona vitaminas muy importantes. Sin embargo, su mutación la ha convertido en un germen letal. ¿Por qué ha mutado esta bacteria? Tras su variación, dicha bacteria segrega una toxina infecciosa que afecta a algunos órganos vitales como los riñones.
A pesar de que la causante de este foco infeccioso ha sido supuestamente detectada, hemos sido testigos de cómo uno de los centros científicos más prestigiosos del mundo, el Instituto Robert Koch de Berlín, ha quedado en evidencia cuestionando la calidad de productos provenientes de otros países, sin tener la menor idea de qué había provocado la epidemia.
Los más perspicaces comienzan a desconfiar de las versiones oficiales y a incidir en una posible conspiración alimenticia. Sin embargo, aunque la probabilidad de vida siga creciendo, existen enfermedades que se extienden con mucha agresividad por la población como ocurre con el cáncer. Llegados a este punto, las críticas, en parte, se centran en las antenas y en la tecnología móvil, pero, en cambio, hay cierto desconocimiento con respecto a los aditivos que se les añaden a los alimentos o los productos químicos aplicados a las plantaciones de frutas y hortalizas.
Cuando aparece una epidemia de este tipo ya sea de E.Coli o, más mediática, como la Gripe A, es conveniente preguntarse al respecto o incluso sospechar sobre si esto ocurre a propósito o por capricho de la naturaleza. En definitiva, en este caso concreto sería interesante reflexionar acerca de qué es lo que comemos y qué medidas de higiene han
jueves, 9 de junio de 2011
Operación Gerónimo
La muerte de Bin Laden a manos del ejército estadounidense ha generado numerosas cuestiones en la opinión pública en general y en el mundo de la conspiración en particular. Los más avezados en este ámbito inciden en las posibles dudas que ha dejado tras de sí la “Operación Gerónimo” realizada por el equipo 6 de los SEALS para acabar con el terrorista más buscado.
Ha sido un acontecimiento histórico de gran magnitud, pero del que poca información se ha revelado, es decir, aunque existen diversas versiones, ninguna convence del todo. Nos pueden asaltar múltiples preguntas, tales como: ¿Cómo se llevó a cabo la operación?, ¿la pista inicial se obtuvo en un interrogatorio a uno de los presos de Guantánamo?, ¿en qué condiciones se obtuvieron?, ¿hubo bajas en el equipo de operaciones estadounidense?, ¿porqué no se ha mostrado el cadáver de Bin Laden o fotografías y sí el de otras víctimas? ¿Murió Bin Laden de una enfermedad meses antes?, ¿puede seguir vivo?, ¿Los servicios secretos paquistaníes de que lado estaban: a favor del mundo occidental o Al-Qaeda? ¿Habrá venganza por parte de este grupo terrorista? ¿Fue Bin Laden asesinado a pesar de no oponer resistencia?
La inmensa mayoría coincide en que Bin Laden está muerto, eso es indiscutible, pero algunos teóricos contraponen sus opiniones en puntos concretos de la intervención, a decir verdad, los más desconfiados encuentran indicios de una operación relacionada con armamento nuclear, más que con la supuesta muerte de Bin Laden, ya que sus pesquisas sitúan la muerte del terrorista tiempo atrás. Por ello, el interés de esta operación ha sido fundamentalmente dirigida a obstaculizar el tránsito de Al-Qaeda hacia la carrera nuclear, sin descartar la injerencia del propio gobierno paquistaní, o al menos, de sus servicios de inteligencia. En cambio, otros sostienen que la operación acabó con la vida de Osama Bin Laden y el posterior rito musulmán realizado en el portaviones antes de arrojarlo al mar, como indican fuentes oficiales.
Es posible que la opinión pública no entienda o quizás no vea con buenos ojos, o sí, el asesinato de una persona aunque sea el terrorista más buscado, pero de manera objetiva y aplicando el sentido común, el tirar el cuerpo al mar ha sido la mejor solución. Es interesante reflexionar acerca de qué supondría para un país tener preso a este personaje, o incluso su tumba, podría dar comienzo a peregrinajes de seguidores, posturas a favor de la repatriación, sin mentar que las formas fueran las más ortodoxas. También, en el caso de que fuera retenido, ¿cómo respondería Al-Qaeda u otros grupos terroristas? Sería un asunto bastante delicado.
Las intervenciones militares ultrasecretas siempre llevan adosadas un grueso halo de secretismo, por lo tanto, será prácticamente imposible obtener información minuciosa al respecto, pero lo que sí se puede asegurar es que todos los pasos llevados a cabo desde la CIA no han sido casualidad, es decir, no han dado puntada sin hilo. No obstante, lo poco que nos queda de democracia y libertad es nuestra opinión, así que cada uno es libre de tener su propia idea sobre lo ocurrido y juzgar si la operación, junto con la actitud de los servicios de inteligencia han sido las correctas o no.
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