sábado, 30 de junio de 2012
Temístocles, el héroe olvidado de la batalla de las Termópilas
Cuando se habla de la batalla de las Termópilas, que enfrentó al imperio persa contra la alianza entre ejércitos de las diferentes ciudades-estado griegas, todo el mundo recuerda el papel heroico de los valientes espartanos que lucharon con tesón frente a miles de enemigos en un angosto desfiladero en el año 480 a.C. Sin embargo, apenas se conoce el vital apoyo que los ‘300’ recibieron desde el mar. La armada ateniense se había apostado en el estrecho de Artemision, con el objetivo de controlar cualquier intromisión persa que generara un desembarco y posterior ataque por la retaguardia griega. Desde el punto de vista ofensivo, fue una manera de desarticular la principal baza con la que contaba el ejército del Gran Rey Jerjes.
Temístocles nació en el seno de una familia con escasos recursos -fue hijo de un comerciante-, por lo que de haber vivido en otra zona del mundo en aquella época le habría complicado ascender de clase, pero la democracia incipiente que comenzaba a gestarse en Atenas, junto con el florecimiento de la actividad marítima en el Egeo, le dieron la posibilidad de escalar posiciones hasta ocupar un puesto destacable en la sociedad griega. Éste había obtenido importantes conocimientos políticos, gracias a su participación activa en el gobierno ateniense, e, igualmente, vivió en primera persona la batalla de Maratón, que le proporcionó nociones profundas sobre la guerra, además de ideas bastante fiables acerca del comportamiento persa durante el combate. Todas estas habilidades las puso en práctica durante los tres días que duró la confrontación en Artemision y en la posterior ofensiva griega contra los persas en Salamina.
Este astuto ateniense pronosticó la venganza de los persas y la necesidad de fortalecer la fuerza naval. No obstante, ambas afirmaciones tuvieron numerosos detractores en la época, lo cual le obligó a usar su influencia en las altas esferas y a engañar a los ciudadanos para conseguir sus propósitos. Temístocles afirmó que en Egina, una pequeña isla de Grecia, los barcos mercantes podrían tener problemas de seguridad y, por lo tanto, era fundamental potenciar la armada. Un ardid que a la postre sería crucial en los primeros compases del conflicto contra los persas.
Cuando la flota enemiga llegó al estrecho de Artemision, el jefe de la armada ateniense les estaba esperando junto a la costa con cerca de doscientos barcos. La diferencia era abismal, los griegos se encontraron frente a un millar de naves. Sin embargo, el comandante persa no imaginaba ni en lo más recóndito de sus pensamientos, que Temístocles iniciaría un ataque frontal estando en minoría. Por ello, aprovechando el desconcierto, tuvo el descaro de iniciar un ataque directo a última hora de la tarde, idea descabellada, a priori, si se tiene en cuenta que a ciertas horas se descartaba una batalla en el mar a causa de la falta de luz. Con esta estrategia, en caso de salir bien, tenía muchas posibilidades de dejar muy mermada la moral de los persas, y de haber sido un suicidio, las pérdidas serían pocas debido a que la noche caería pronto sobre sus cabezas. Durante el primer día de batalla, los persas sufrieron grandes daños, perdieron decenas de barcos en Artemision y cerca de diez mil soldados en las Termópilas a manos de ‘los 300’. Además, para más inri, una despiadada tormenta arrastró a más de ciento cincuenta barcos al fondo del mar. Los dioses protegían a los griegos y castigaban a los persas, pensaron algunos.
La segunda jornada también fue aciaga para los persas, pero la traición de un espartano desterrado, dejó en manos de Jerjes una información acerca de un sendero a través del cual podía sortear la férrea defensa griega en el desfiladero de las Termópilas. Esta traición, truncó el destino de los espartanos liderados por el rey Leónidas, que se sacrificaron con el objetivo de que el ejército griego tuviera tiempo de replegarse para contrarrestar el ataque persa. Mientras tanto, Temístocles obtuvo una nueva victoria en el tercer día de combate, sin embargo la caída de las fuerzas terrestres, le llevó a tomar la decisión de retirarse haca el sur y reagrupar fuerzas en zona tranquila.
Poco tiempo después, Jerjes cumplió su venganza reduciendo Atenas a cenizas. Aunque, un mes más tarde, serían los griegos los que buscaron resarcirse. Una nueva táctica del inteligente Temístocles, frenó el obstinado avance del ejército rival. Dicha estrategia consistió en hacer llegar al Gran Rey Persa un mensaje donde expresaban una retirada de sus tropas, esto animó a los persas a adelantar líneas tanto por mar como por tierra, adentrándose sin saberlo en una hábil emboscada griega en el estrecho de Salamina que desembocó en graves pérdidas y, por ende, en la retirada persa. Esta brillante idea supuso el inicio del fin del Imperio persa y la liberación de las ciudades griegas.
En cuanto a Temístocles, su reconocida victoria en Salamina le proporcionó mucha fama en Atenas. Una admiración que se redujo considerablemente tras mostrar su apoyo a una alianza con los persas frente a Esparta. Esta postura le llevó a ser relegado de su cargo en la ciudad ateniense y le obligó a refugiarse en territorio enemigo, donde se le otorgó un cargo político. Según cuenta la tradición, Temístocles se envenenó, finalmente, para no ayudar al Rey de Persia en una nueva trama para conquistar Atenas.
miércoles, 27 de junio de 2012
El Instituto Internacional para la Exploración de Especies publica las diez más insólitas del 2012
En un mundo donde las nuevas tecnologías controlan cada uno de los movimientos realizados por el ser humano y donde parece que ya está todo descubierto, las sorpresas no dejan de producirse cuando se trata de la madre naturaleza. El Instituto Internacional para la Exploración de Especies (The International Institute for Species Exploration) publica cada año la lista de las diez especies más extrañas descubiertas en todo el planeta. El top ten se elabora mediante un proceso de selección realizado por un comité de científicos expertos, que determina cuáles serán las elegidas de entre todas las que se han encontrado.
La lista de animales insólitos de este 2012 es la siguiente:
-El Mono que estornuda fue hallado en las montañas de Myanmar (antigua Birmania), se caracteriza por tener una nariz achatada, pelaje negro y una especie de barba blanca. Recibe su nombre porque, al parecer, estornuda cuando llueve. En días así, intenta evitar que las gotas penetren por su nariz ocultando la cabeza entre las piernas.
-La Medusa de colores es muy llamativa por su fisonomía, pero también por su textura. Expertos en biología resaltan su espectacular belleza, aunque esto es solo una artimaña puesto que provoca graves picaduras. Es natural de la isla de Bonaire (Países Bajos).
- El Gusano del Diablo es un tipo de organismo multicelular que vive en el subsuelo terrestre. Fue descubierto a más de un kilómetro de profundidad en una mina de oro en Sudáfrica. Puede soportar altas temperaturas, y como explican los encargados de efectuar la datación en carbono, el lugar donde fueron encontrados discernía que estos gusanos no habían estado en contacto con la atmósfera de la Tierra en los últimos 4000 ó 6000 años.
-La Orquídea es una familia de plantas conformada por más de 25.000 especies diferentes. Ésta en concreto, forma parte del top ten porque tiene una característica bastante peculiar… florece de noche. Suele abrir sus pétalos a las diez de la noche y se ocultan justo antes del amanecer. Ha sido descubierta en Papúa Nueva Guinea.
-La Avispa Parásita suele volar a escasos centímetros del suelo esperando encontrar a una hormiga que porte sus huevos hasta que eclosionen. Estas avispas pican con su aguijón a una velocidad casi imperceptible. Tiempo después la larva aparece y se alimenta de la propia hormiga. En ocasiones, esta puede defenderse si detecta la llegada de la avispa cruzando las piernas o abriendo las mandíbulas. La avispa parásita ha sido descubierta en España, concretamente en Madrid.
-El Hongo Esponja ha recibido este nombre en honor al personaje de dibujos animados ‘Bob Esponja’. Se caracteriza principalmente porque se puede exprimir como una esponja y luego vuelve a su estado habitual. Según indican los expertos, “su inusual forma es diferente a todo lo conocido”. Fue descubierta en la Isla de Borneos (Malasia).
-La Amapola de Otoño de Nepal ha sido elegida por su llamativo e intenso color amarillo. Esta especie no ha sido conocida por la ciencia hasta hace relativamente poco, principalmente, por vivir en lugares poco accesibles y ambientes extremos –a más de 10.000 pies- en la zona del Himalaya (Asia).
-El Ciempiés gigante se encuentra en las montañas al este de Tanzania, uno de los enclaves más cálidos del planeta. Mide 16 cm, tiene 1´5 cm de diámetro y consta de 56 anillos o segmentos cada uno con dos pares de patas.
- El Cactus que camina (The Walking Cactus) tiene a simple vista más parecido a una planta que a un animal, cuenta con un cuerpo similar al de los gusanos, con diez pares de espinas robustas y, probablemente, apéndices articulados. Fue descubierto en Chengjiang, al suroeste de China.
-La Tarántula Azul iridiscente peluda de Brasil es un espécimen hermoso y casi extraordinario debido a la pérdida de su hábitat. Se encuentra en zonas de montaña donde las precipitaciones son más abundantes. No es la única tarántula azul, pero su población está descendiendo considerablemente por el interés de algunas personas en tenerlas como mascotas.
El descubrimiento de nuevas especies en pleno siglo XXI provoca cierta modestia en el ser humano al comprobar que la madre naturaleza le sobrepasa. No todo está tan escaneado ni analizado por la avanzada sociedad actual. Sólo hay que aprender a escuchar el eco de su llamada, con la que nos quiere recordar que sólo somos una especie más dentro del Planeta Tierra.
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